No es raro que en algún momento de la vida (mas aquí en la web), verse en vuelto en un debate sobre la existencia y validez del concepto de objetividad. Algo que en muchos ámbitos científicos, ha despertado discusiones eternas. Así como en el día a día. Incluso, hasta en diversos blogs existen un artículos sobre eso, por lo cual, es imposible no caer en la tentación de escribir sobre ello.
Primero que todo, es bueno dejar en claro, que por más objetivo que se intente ser, siempre existirá (así sea un poco) subjetividad latente en cada ser, puesto que siempre los juicios e ideas, estarán influidos por la filosofía, idiosincrasia y claro convicciones de cada quien.
Esto se evidencia mejor en el oficio desempeñado por lo reporteros; si algún novato, le toca cubrir un accidente automovilístico por primera vez y tiene que ver a los muertos, en estados deplorables, sin duda reaccionara de alguna manera, claro esto depende de cada quien. No obstante, es muy poco probable que llegue directo a la oficina del medio donde labora, lo más seguro, que se horrorice, se bloque, y claro hasta puede que llore por las cosas que vio. En esos casos, donde se ven cosas no muy gratas, o mejor dicho espantosas, ¿qué objetividad se puede mantener?
Este es sólo uno de los millones (bien podrían ser infinitos) casos, donde se desvirtúa la existencia de la objetividad. Pero por más casos que se averigüen, se citen y hasta se prueben con las evidencias más contundentes, existirán personas que, basándose en la necesidad de neutralidad para omitir estructurar buenos juicios, argumentan que si existe.
Es una confusión común y que se pretende aclarar. La mejor manera de ver esto, es imaginar el papel de un investigador o comunicador social, que tenga la intención de analizar un fenómeno. La forma optima para comprenderlo y obsérvalo, para poder crear, conclusiones significativas al concluir, es mezclándose con el fenómeno, participando en el. Puesto que, no hay mejor herramienta para recolectar datos, que la experiencia de primera mano, así que se neutral, sería un escollo en este observación participante. Se tiene que ser subjetivo en ello, para poder sacarle el jugo. Pero, algo que es bueno aclarar, que en ese caso, no es bueno abusar de ello, se deber ser crítico y puntual con lo que se aprecia o analiza, de lo contrario, se estaría cayendo a una piscina de parcialización perjudicando la investigación, además de darle razones a los defensores de la objetividad.
Aun mejor, es tomar un acontecimiento cotidiano, para exhibir lo errado de la teoría de la objetividad. Al ver una persona cercana, con un problema emocional o una crisis, siendo neutral, es muy poco factible que se llegue a comprender y menos a serle útil a esa persona, en ese momento difícil. Mas, al ponerse en sus zapatos, comprendiéndola, para así poder crear un juicio crítico y se pueda ayudar a esa persona.
Para concluir, a quien piense que la objetividad todavía es factible, está en su libertad de hacerlo, mas, no es bueno olvidar, que los seres humanos somos subjetivos, por ello, se estará aplicando la tan subjetiva objetividad.
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